Haití y la geopolítica de PetroCaribe

27 de febrero, 2020

Mamyrah Dougé-Prosper

Traducido de William Sacher

Con la colaboración de Nixon Boumba, James Darbouze, Sabine Lamour y Mark Schuller

El décimo aniversario del terremoto en Haití es un momento para recordar el fracaso de la ayuda proporcionada en esta década por las ONG y que el capitalismo desposee y endeuda a multitudes mientras enriquece a unos pocos. El movimiento anticorrupción plantea una nueva pregunta a modo de hashtag con una fórmula sintética : #KòtKòbCIRHla?# Es decir: ¿dónde está el dinero de la Comisión Provisional para la Reconstrucción de Haití (CIRH)[1] dirigida por Bill Clinton?

Constatamos, sin embargo, que los activistas se enfocan en prioridad en el escándalo de PetroCaribe, vale la pena preguntarse ¿por qué?

En el presente texto, queremos situar la importancia del Acuerdo PetroCaribe para Haití y más alla. Avisamos que con ello, no tenemos la intención de defender o condenar el proceso bolivariano.

Exportar la Revolución Bolivariana

En 2001, Hugo Chávez y Fidel Castro organizaron en Venezuela una cumbre de los Estados del Caribe, para rechazar la propuesta estadounidense de aplicar las recetas neoliberales a todo el hemisferio. Estaban haciendo eco al desafío zapatistas al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) firmado en 1994 y sacando lecciones de la crisis financiera de 2001 en Argentina. En 2004, los dos líderes fundaban la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), que reunía a Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Cuba y los Estados de la Comunidad del Caribe (CARICOM): Dominica, Antigua y Barbuda, Saint-Vincent y las Granadinas, Santa Lucía, Granada y Saint Kitts y Nevis.

En 2005, los países del ALBA (sin Ecuador y Nicaragua) y otros estados miembros de CARICOM: Bahamas, Belice, República Dominicana, Guyana, Jamaica y Surinam firmaban el Acuerdo de Cooperación Energética PetroCaribe. Barbados, Montserrat y Trinidad y Tobago, un productor de petróleo, se abstuvieron. En este año, Venezuela excluía a Haití de la Alianza en protesta al gobierno de transición impuesto por Estados Unidos (2004-2006). En 2007, después de una fuerte presión popular sobre el nuevo presidente, Haití firmaba finalmente el acuerdo. Nicaragua, Guatemala y Honduras firmaron en los meses siguientes. El Salvador se unío, por su parte, en 2014.

Según el Acuerdo PetroCaribe, los países participantes podían comprar a Venezuela hasta 185,000 barriles de petróleo por día. Caracas solo requiría un pago parcial inicial (5% a 50%) con una amortización diferida de 1 a 2 años, con un saldo a pagar durante 17 a 25 años con intereses del 1% (mientras el precio del petróleo superaba $US 40 el barril). Bienes y servicios podían contar como formas de reembolso. Por ejemplo, Cuba estuvo enviando médicos a Venezuela. Nicaragua pagó con carne y leche. Petróleos de Venezuela, S.A.- Venezolana de Petróleo (PDVSA) poseía el 49% de la refinería jamaicana PetroJam y de Refinería de Petróleo Dominicana (Refidomsa PDV) de República Dominicana. Cuando en el primer lustro de la década 2000, los precios mundiales del petróleo subieron a $US 100 el barril, PétroCaribe favoreció a los países del Caribe que enfrentaban una grave escasez de combustible y el aumento de los precios de los alimentos.

En 2008, en Caracas, el ALBA creaba el Banco del ALBA. El año siguiente se creaba una moneda regional común, el SUCRE (Sistema Único de Compensación Regional), la cual fue utilizada por Ecuador, Bolivia, Cuba y Nicaragua para intercambios comerciales. Mientras tanto, se formaba la Unión Sudamericana (UNASUR). En 2011, Chávez lideraba una América “soberana”, con la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que agrupaba todos los países de las Américas, salvo Canadá y Estados Unidos.

Este bloque regional permitió a los países “en desarrollo” acceder a más independencia a través del comercio multilateral, la construcción de infraestructura y la implementación de programas sociales. El enfoque bolivariano no alineado respetaba la soberanía estatal, a diferencia de los dictados imperialistas del FMI y el Banco Mundial. La membresía no se basaba en afinidades ideológicas. En Haití, todo ello llevó a que el  Parti Haitien Tèt Kale (PHTK) desperdiciara casi $US 4 mil millones y rechazara por ende a relaciones con Venezuela.

Hacia el “multiverso”

La Revolución Bolivariana planteó la posibilidad de un mundo multipolar. Con las mayores reservas de petróleo del mundo, Venezuela es uno de los cofundadores de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), y el único miembro ubicado en América Latina, los demás son países de “Medio Oriente”: Irán, Iraq, Kuwait y el Arabia Saudita. La OPEP fue fundada en 1960 durante las guerras y los movimientos anticoloniales con el objetivo de romper con el control británico y estadounidense sobre la producción de petróleo. En 2000, Caracas fue sede de la Segunda Cumbre de la OPEP desde 1975, y Chávez exigió cuotas de producción para controlar los precios del petróleo.

Chávez también facilitó la entrada de China y Rusia en América Latina. Desde 2009, China ha sido el segundo mayor socio comercial de Venezuela, y desde 2012, el país bolivariano ha sido el cuarto mayor proveedor de petróleo de China. Esta está invirtiendo en la construcción de un complejo vacacional en las Bahamas y una autopista en Jamaica. Trinidad y Tobago, Granada, Dominica, Antigua y Barbuda y la República Dominicana suscriben fondos para el “Belt and Road Initiative“. China es el principal socio comercial de Brasil, Chile, Perú y Uruguay, y los bancos chinos constan entre los principales prestamistas de los estados latinoamericanos. En Guyana, la RUSAL, empresa rusa, poseía el 90% de una empresa minera mixta de extracción de bauxita, y controla el 65% de la capacidad de alúmina de Jamaica y es operadora de tres de sus cuatro refinerías. Numerosas empresas rusas invirtieron en el sector del petróleo y gas en Bolivia, México y Venezuela. Mientras tanto, Cuba, Nicaragua, Perú y Venezuela son los principales compradores de armas rusas en la región.

Al favorecer y (re) forjar estas alianzas, Venezuela amenazó los “intereses de seguridad nacional” de los Estados Unidos.

El imperio contraataca

Empezó una “Nueva Guerra Fría”. Después de la muerte de Chávez en 2013 y la subsecuente elección de Nicolás Maduro, Estados Unidos (junto con Arabia Saudita) orquestaron la caída de los precios del petróleo y apoyaron las protestas anti-chavistas. En 2015, Barak Obama declaró a Venezuela una “amenaza para la seguridad”, normalizó las relaciones con Cuba, estableció la “Caribbean Basin Security Initiative” e impuso sanciones financieras a personalidades políticas en Venezuela.

En 2017, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay y Perú se reunían en Lima con Canadá, Costa Rica, Guatemala, Honduras y México para resolver la “crisis venezolana”. En 2018, Donald Trump prohibió las transacciones utilizando la moneda digital venezolana y las transacciones relacionadas con la compra de deuda venezolana. En 2019, prohibió todos los pagos internacionales a PDVSA en dólares estadounidenses. Trump también se reunió con los representantes de países “desertores” de PétroCaribe: Bahamas, República Dominicana, Haití, Jamaica y Santa Lucía en su complejo privado en Florida. En esta ocasión, 19 de los 35 estados que conforman la Organización de Estados Americanos (OEA) votaron contra el reconocimiento de Maduro y por el líder de la oposición venezolana, Juan Guaidó. Los estados miembros de UNASUR, también miembros del Grupo de Lima, formaron el Foro para el Progreso de América del Sur (PROSUR) para luchar contra “la dictadura en Venezuela”.


Después de PétroCaribe

Venezuela depende de la venta de petróleo, que representa más del 95% de entrada de divisas extranjeras, usadas para el pago de las importaciones de más de dos tercios de los bienes de consumo básicos. Estas importaciones provienen principalmente de los Estados Unidos. Todo ello llevó a Venezuela a experimentar una inflación de 10 millones por ciento. Y, por supuesto, dejó de exportar miles de millones de dólares en petróleo subsidiado. San Vicente y las Granadinas, Cuba y Haití son los países que más sufren de esta situación.

El actual presidente de Haití, Jovenel Moise está solicitando nuevos préstamos con el FMI para financiar los gastos del Estado. La solución de aumentar los impuestos sobre la renta no ha resultado suficiente, después de la eliminación de los aranceles sobre el arroz, importado principalmente de los Estados Unidos. Amenazando con “cortar cabezas”, Moise, cuya elección fue disputada, ahora gobierna solo (con el apoyo del Core Group), ya que el mandato de los parlamentarios expiró.

Antropóloga militante, Mamyrah Dougé-Prosper es Profesora Asistente Invitada de Estudios de Africa y de la Diáspora Africana (Africana) en Davidson College. Actualmente está trabajando en su monografía titulada Desarrollo Contestado en un Haití Ocupado: Movimientos Sociales, ONG y el Estado Evangélico. Ha publicado artículos en revistas académicas y políticas como Women’s Studies Quarterly y Commune Magazine. Dougé-Prosper es también la Coordinadora Internacional de Community Movement Builders (Constructores de Movimientos Comunitarios).

Leer más artículos en esta serie.


[1] La CIRH es la Comisión Provisional para la Reconstrucción de Haití, la cual fue creada en 2010 pocas semanas después del terremoto.

Haiti et la Géopolitique de PetroCaribe

27 février, 2020

Mamyrah Dougé-Prosper

Avec la collaboration de Nixon Boumba, James Darbouze, Sabine Lamour, et Mark Schuller

Le dixième anniversaire du tremblement de terre en Haïti rappelle l’échec de l’aide des ONG et le fait que le capitalisme dépossède et endette les multitudes tout en enrichissant quelques-uns. Le mouvement anti-corruption pose une nouvelle question, #KòtKòbCIRHla?# Où est l’argent de la CIRH (Commission Intérimaire pour la Reconstruction d’Haïti) que dirigeait Bill Clinton?

Alors, pourquoi les militant-e-s se sont-illes concentré-e-s d’abord sur le scandale PetroCaribe?

Cet article situe PetroCaribe et les enjeux en Haïti et au-delà. Il ne vise pas à défendre ou à condamner les Bolivariens.

Exporter la Révolution Bolivarienne

Faisant écho au défi des Zapatistas Mexicain-e-s à l’Accord de Libre-Échange Nord-Américain (NAFTA) signé en 1994 et notant la crise financière en Argentine en 2001, Hugo Chávez et Fidel Castro organisèrent un sommet des États des Caraïbes au Vénézuela afin de rejeter la proposition étatsunienne de l’appliquer à l’ensemble de l’hémisphère. En 2004, ils fondèrent l’Alliance Bolivarienne pour les Peuples de Notre Amérique (ALBA), regroupant la Bolivie, l’Équateur, le Nicaragua, et les États de la Communauté des Caraïbes (CARICOM): Dominique, Antigua et Barbuda, Saint-Vincent et les Grenadines, Sainte-Lucie, Grenade et Saint-Kitts et Nevis.

En 2005, ALBA (à l’exclusion de l’Équateur et du Nicaragua) et d’autres États-membres de la CARICOM : les Bahamas, le Bélize, la République Dominicaine, le Guyana, la Jamaïque et le Suriname signèrent l’Accord de Coopération Énergétique PétroCaribe. La Barbade, Montserrat et Trinidad et Tobago, producteur de pétrole, s’abstinrent. Le Venezuela exclut Haïti pour protester l’imposition étatsunienne d’un gouvernement de transition (2004-2006). Après maintes pressions populaires sur le président nouvellement élu démocratiquement, Haïti signa en 2007. Le Nicaragua suivit. Le Guatemala et le Honduras signèrent en 2008. El Salvador en 2014.

Dans le cadre de l’Accord PétroCaribe, les pays participants pouvaient acheter jusqu’à 185 000 barils de pétrole par jour. Le Vénézuela n’exigeait qu’un versement partiel initial (de 5% à 50%) avec un différé d’amortissement de 1 à 2 ans, le solde devant être payé sur 17 à 25 ans moyennant un intérêt de 1% (si les prix du pétrole excèdent 40 dollars le baril). Les biens et services étaient des formes de remboursement. Cuba envoyait des médecins au Vénézuela. Le Nicaragua payait avec de la viande et du lait. Petróleos de Venezuela, S.A (PDVSA) possédait 49% de la raffinerie jamaïquaine PetroJam et de Refinería Dominicana de Petróleo PDV, S.A. (Refidomsa PDV) de la République Dominicaine. Avec les prix mondiaux du pétrole grimpant jusqu’à 100 dollars le baril, PétroCaribe favorisa les pays des Caraïbes confrontés à de graves pénuries de carburant et à une augmentation des prix des denrées alimentaires.

ALBA créa la Banque d’ALBA à Caracas en 2008 et établit une monnaie régionale commune, le SUCRE (Sistema Único de Compensación Regional) en 2009, utilisé dans le commerce par l’Équateur, la Bolivie, Cuba et le Nicaragua. Les États d’Amérique du Sud formèrent la Unión Sudamericana (UNASUR). En 2011, Chávez dirigea l’Amérique « souveraine », à l’exception du Canada et des États-Unis, dans la création de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

Ce bloc régional permit aux pays «en voie de développement» d’accéder à l’indépendance grâce au commerce multilatéral, à la construction d’infrastructures et à la mise en place de programmes sociaux. L’approche non-alignée Bolivarienne respecta la souveraineté des États, contrairement aux diktats impérialistes du FMI et de la Banque Mondiale. L’adhésion ne fut pas basée sur leur affinité idéologique. Ce type de solidarité facilita le gaspillage de près de 4 milliards de dollars par le Parti Haïtien Tèt Kale (PHTK) et préfigura son rejet du Vénézuela.

Vers le Multivers

Les Bolivariens envisagèrent un monde multipolaire. Avec les plus grandes réserves de pétrole dans le monde, le Vénézuela est l’un des co-fondateurs et le seul membre situé en Amérique Latine parmi des pays du « Moyen Orient »: l’Iran, l’Iraq, le Koweït et l’Arabie Saoudite de l’Organisation des Pays Exportateurs de Pétrole (OPEC), établie en 1960 lors de guerres et de mouvements anticoloniaux visant à casser l’emprise britannique et étasunienne sur la production pétrolière. En 2000, Chávez accueillit le Deuxième Sommet de l’OPEC depuis 1975, exigeant des quotas de production afin de contrôler les prix du pétrole.

Chávez facilita également l’entrée de la Chine et de la Russie dans la région. Depuis 2009, la Chine est le deuxième plus grand partenaire commercial de l’État Bolivarien et depuis 2012, le Vénézuela est le quatrième plus grand fournisseur de pétrole de la Chine. Cette dernière investit dans la construction d’un lieu de vacances aux Bahamas et d’une autoroute en Jamaïque. Trinidad and Tobago, la Grenade, la Dominique, Antigua et Barbuda et la République Dominicaine souscrivent au financement de « Belt and Road Initiative ». La Chine est le principal partenaire commercial du Brésil, du Chili, du Pérou et de l’Uruguay, et les banques chinoises sont les principaux prêteurs en Amérique Latine. La compagnie russe RUSAL détint 90% de l’entreprise d’exploitation minière de bauxite gérée par le gouvernement Guyanais et contrôle 65% de la capacité alumine de la Jamaïque et exploite trois de ses quatre raffineries. Des entreprises russes investirent dans le secteur du pétrole et du gaz en Bolivie, au Mexique et au Vénézuela. Cuba, le Nicaragua, le Pérou et le Vénézuela sont les principaux acheteurs d’armes russes dans la région.

En (re)nouant d’autres alliances, les Bolivariens ont menacé les «intérêts de sécurité nationale» des États-Unis.

L’Empire Contre-attaque

Une « Nouvelle Guerre Froide» s’en suivit. Après la mort de Chávez et l’élection de Nicolas Maduro en 2013, les États-Unis (avec l’Arabie Saoudite) orchestra la chute des prix du pétrole et appuya les manifestations anti-chavistes. En 2015, Barak Obama déclara le Vénézuela une menace pour la sécurité, normalisa ses relations avec Cuba, mit en place le Caribbean Basin Security Initiative et imposa des sanctions financières aux personnalités politiques du Vénézuela.

En 2017, l’Argentine, le Brésil, le Chili, la Colombie, le Paraguay et le Pérou se réunirent à Lima avec le Canada, le Costa Rica, le Guatemala, le Honduras et le Mexique pour adresser la « crise vénézuélienne ». En 2018, Donald Trump interdit les transactions utilisant la monnaie numérique vénézuélienne et les transactions liées à l’achat de dette vénézuélienne. En 2019, il prohiba tous paiements internationaux à PDVSA en dollar étatsunien. Trump rencontra également les transfuges de PétroCaribe: les Bahamas, la République dominicaine, Haïti, la Jamaïque et Sainte-Lucie dans son complexe privé en Floride. Et 19 des 35 États qui composent l’Organisation des États Américains (OEA) votèrent contre la reconnaissance de Maduro et pour la reconnaissance de Juan Guaidó. Les États-membres de l’UNASUR, aussi membres du Groupe de Lima, formèrent le Forum pour Foro para el Progreso de América del Sur (PROSUR) afin de lutter contre « la dictature au Vénézuela ».

Après PétroCaribe

Dépendant de la vente de pétrole qui représente plus de 95% des recettes en devises utilisées pour payer les importations de plus des deux tiers des biens de consommation de base, qui proviennent essentiellement des États-Unis, le Vénézuela connût une inflation de 10 millions de pour cent et a cessé d’envoyer des milliards de dollars de pétrole subventionné. Saint-Vincent et les Grenadines, Cuba et Haïti souffrent les plus.

Jovenel Moise sollicite de nouveaux prêts auprès du FMI pour financer l’État. L’augmentation des impôts sur le revenu ne suffit pas, après avoir supprimé les droits de douane sur le riz provenant principalement des États-Unis. Menaçant de « couper les têtes », Moise, dont l’élection a été contestée, gouverne désormais seul (avec le soutien du Core Group), le mandat des parlementaires étant expiré.

Anthropologue militante, Mamyrah Dougé-Prosper  est Professeure Adjointe en Etudes de l’Afrique et de la Diaspora Africaine (Africana) à Davidson College. Elle travaille actuellement sur sa monographie intitulée Développement Contesté dans une Haiti Occupée: Mouvements Sociaux, ONGs et l’État Evangélique. Elle a publié des articles dans des revues universitaires et politiques telles que Women’s Studies Quarterly et Commune Magazine. Dougé-Prosper est également la Coordinatrice Internationale de Community Movement Builders (Bâtisseur-e-s de Mouvements Communautaires).

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Où sont passés les reportages sur le PetroCaribe?

12 janvier 2020

Mark Schuller

En collaboration avec Nixon Boumba, James Darbouze, Mamyrah Dougé-Prosper et Sabine Lamour

12 janvier marque dix années depuis le tremblement de terre meurtrier en Haïti. Souvent, Haïti apparait dans les médias internationaux, écrits et audio-visuels, à la faveur d’un scandale, d’une catastrophe ou d’une violence. Il y avait une vague d’articles dans les journaux internationaux en octobre à la suite des manifestations quotidiennes, qui ont commencé avec une grève générale – en créole haïtien, peyi lòk – ont ciblés d’une répression étatique, qui inclue la morte des trois journalistes. En octobre 2019, suite à l’appel à la grève générale conduisant au lock down, le gouvernement a utilisé la répression pour mater les revendications populaires. Ces repressions ont provoqué la mort de trois journalistes, ce qui affiche la volonté du pouvoir de bâillonner la presse. Cette mobilisation est en cours depuis juillet 2018, qui a mène un rapport partial qui a interpellé les officiaux de haut niveau dans le gouvernement pour les mauvais gestion des fonds PetroCaribe qui étais publié le 30 mai, 2019.

La plupart des articles publiés n’offrent aucun contexte mais se concentrent plutôt sur es images des pneus enflammés, ce que la presse capitaliste et étrangère considère comme l’expression brute de la violence. La première nation indépendante noire, Haïti subit encore l’oppression du système idéologique raciste de suprématie blanche. La même tactique (bruler des pneus) est utilisée par le mouvement des Gilets Jaunes en France. D’où un double standard d’évaluation face aux revendications populaires par la presse internationale : dans l’imaginaire des médias et des dirigeants des pays impérialistes, les blancs se mobilisent tandis que les noirs font de la violence.

 Soudainement, après quelques reportages, Haïti disparait dans la presse internationale. On dirait qu’Haïti n’existe plus. Mais la hantise de la violence ne quitte pas les lecteurs de ces articles et les consommateurs de ces images en dehors d’Haïti.

Mais Haïti existe encore. Elle le sera toujours. Les Haïtiennes et les Haïtiens se battent et résistent contre un système de domination et d’exploitation, un État dépendant, un outil au service des intérêts des classes dominantes et de ceux des pays impérialistes, dénommés le « Core Group. »

Les Haïtiennes et Haïtiens, non seulement, occupent la rue dans le cadre des mobilisations de masses mais aussi réfléchissent, analysent, dénoncent, proposent des solutions, rêvent d’une autre Haïti, d’autres relations avec le système mondial. Nous nous proposons d’écrire une série d’articles pour amplifier la voix des Haïtiennes et Haïtiens qui analysent cette conjoncture dans la perspective d’une nouvelle Haïti. Dans les articles qui suivront, nous nous tâcherons de diversifier les voix, les analyses, les réalités et de mettre le focus sur les revendications citoyennes.

Ce texte introductif se veut un cadre explicatif de l’origine du mouvement Petro-caribe. Consultez l’article du Collectif Anakawona pour plus de détails.

Un des aspects des mobilisations dénommé « PetroChallenge » qui mérite d’être souligné est qu’elles représentent diverses couches de la société, et mobilisent des jeunes et des compatriotes de la diaspora. Quelques un(e)s de la classe moyenne habitant à Delmas ou vivant dans la diaspora s’y impliquent certes, mais la dimension populaire de cette lutte est remarquable et inédite. Certes, il existe une série de contradictions au sein du mouvement où plusieurs de ceux qui se présentent comme des leaders du mouvement proviennent de la « classe politique, » lesquels sont à la fois juges et accusateurs. Certains de ces leaders sont aussi impliqués dans le dossier du scandale Petro-Caribe. Certains grands bourgeois comme Réginald Boulos se servent du momentum pour créer ce qu’il surnomme « la troisième voix. »

La rencontre tenue le mercredi 19 juin avec quelques membres de l’Organisation des États Américains (OEA) témoigne de l’appui des grands pays de la région, notamment les États-Unis, au Président Jovenel Moise dans la conjoncture actuelle. Moise a été élu à la faveur des élections annulées dans un premier moment pour cause de fraude électorale 2015 et 2017. Ce sont la même OEA et le même Core Group qui se sont empressés pour accepter les résultats de ces élections en dépit des fraudes et régularités qui les caractérisaient. Moise a été finalement élu lors de la reprise de ces élections annulées avec taux de participation de 21%.

Moise est le dauphin de Michel Joseph Martelly qui accapara le pouvoir en 2011 grâce aux manœuvres politiques et anti-démocratiques de la Secrétaire d’État des Etats-Unis de l’époque, Hillary Clinton, lorsque son mari, l’ancien Président des États-Unis, Bill Clinton, jouait à la fois le rôle d’Envoyé Spécial des Nations Unies, président de la Fondation Clinton et co-président de la Commission Intérimaire pour la Reconstruction d’Haïti (CIRH). Martelly, qui, au moment de son élection, n’avait qu’un député sous la bannière de sa plateforme politique, a pu consolider son pouvoir grâce aux interventions des Clinton. Il créa son parti politique “Tèt Kale” et il lui revenait de diriger le flot d’argent destiné à la reconstruction d’Haïti, l’aide humanitaire sous le contrôle de la CIRH et de la MINUSTAH.

Il est important de se référer à ce contexte, car le scandale de Petro-Caribe pourrait donner une occasion en or à « Uncle Sam » ou « Uncle Trump » qui a qualifié de latrine le pays qui rompit avec l’esclavage révolutionnairement. La manière dont la majorité des médias étrangers capitalistes traitent la question de la «corruption » en Haïti induit une sorte endogénéité du phénomène : Selon cette conception, Haïti est ingouvernable. Haïti confronte ces mêmes discours racistes depuis longtemps, servant de prétexte à « l’occupation humanitaire » ou la « République des ONGs. » Deuxièmement, la plus grande partie des 4.2 milliards de dollars des fonds de Petro-Caribe a disparu dans les coffres des dirigeants de PHTK sous le règne de contrôle des dirigeants des Clinton. L’implication du « Roi et de la Reine » Clinton en Haiti a joué un rôle décisif dans l’élection de Trump, quand nous considérons le nombre d’Haitiennes et Haitiens vivant en Floride qui se sont abstenus de voter pour Clinton.[1]

En fin, la plupart des discussions sans contexte sur le scandale de PetroCaribe aux Etats-Unis servent pour appuyer le renversement d’une autre élection. Washington supporte un processus de coup d’état au Venezuela à travers un allié de l’extrême droite aux Etats-Unis, Juan Guiadó qui cherche à se substituer à Nicolas Maduro, l’héritier d’Hugo Chavez. Le programme Petro-Caribe a été créé par le Président Hugo Chavez en 2005. Petro-caribe se veut être un projet de solidarité entre peuples, un alternatif pour le développement. Les premières dépenses des fonds de Petro-caribe ont commencé en 2008 après les quatre cyclones qui ont saccagé le pays. Haïti s’est toujours efforcée de maintenir l’équilibre entre ses relations avec le cartel Etats-Unis-Core Groupe d’un côté, et le Venezuela de l’autre. Martelly a même nommé une place devant l’aéroport international de Port-au-Prince « Place Hugo Chávez .» L’aéroport international du Cap-Haitien porte aussi le nom du bolivarien.

Le scandale de Petro-caribe a mis à nu les faiblesses de l’état néocolonial du PHTK et la politique internationale hypocrite des Etats-Unis. Il suffit de voir le discours autours de Venezuela avec le support inconditionnel des Etats-Unis en faveur de l’opposition, alors qu’en même temps, ils continuent à garder au pouvoir en Haïti leur fameux « nèg bannann ». La relation entre Haïti et la république Bolivarienne du Venezuela est très fortement liée. Depuis 2017, les Etats-Unis ont mis un embargo sur Venezuela. Cela a provoqué la suspension de la subvention des produits pétroliers dans le cadre du projet PetroCaribe. En Haïti, le prix des produits pétroliers a augmenté à la pompe en vertu de la dévaluation vertigineuse de la gourde par rapport au dollar étatsuniens: le 11 juillet 2018, le taux d’échange n’excédait pas 65 gourdes pour un dollar, mais aujourd’hui, il faut un peu plus de 93 gourdes pour un dollar.

Devant les manœuvres des Etats-Unis face au Venezuela (la tentative de coup d’état et l’embargo), Moise était contraint de choisir clairement son vrai camp. En réalité, ce n’était surprenant pour personne d’apprendre que le dirigeant de la compagnie Agritans, qui a été monnayer par l’USAID à cet effet, a choisi de rompre la relation historique qui existait entre Haïti et la République bolivarienne du Venézuela, depuis 1815, dans le cadre d’une rencontre de l’OEA en janvier 2019. Le jeudi 27 juin, après cette dernière rencontre de l’OEA, le président Moise a donné un nouveau cadeau au Core Group en autorisant une nouvelle mission des Nations-Unies en Haïti.

Mais dans ce jeu, Moise a oublié le peuple haïtien. Le 6 juillet de l’année dernière, alors que la sélection brésilienne de football jouait au Mondial, il met en application la politique du Fond Monétaire International (FMI) en augmentant le prix des produits pétroliers. Le peuple a « lock »
 
tous les coins et recoins du pays en un clin d’œil. Le pays a bel et bien été « lock » durant ces quatre jours (6, 7, 8 et 9). Ce coup inattendu a bien choqué la bourgeoisie et les représentants des puissances impérialistes.

Le peuple a parlé une fois pour toutes. Ainsi, en mois d’août 2018, dans une campagne de sensibilisation sur le réseau Twitter, la question kòt kòb PetwoKaribe a « Où est l’argent du projet PetroCaribe ? » était lancée.

Puis, à chaque date symbolique dans l’histoire d’Haïti, par exemple : le 17 octobre, jour de l’assassinat du père fondateur de la République d’Haïti, l’empereur Jean-Jacques Dessalines ; le 18 novembre, jour de la dernière bataille victorieuse conduisant à l’indépendance d’Haïti ; le 7 février, date de la chute de la dictature sanguinaire des Duvalier ; la mobilisation s’intensifiait considérablement.

Sans cette mobilisation, la Cour Supérieure des Comptes et du Contentieux Administratif (CSCCA) n’aurait pas publié les deux parties du rapport.

D’où vient cette mobilisation ? Dans quel contexte ? Nous analyserons cette question ultérieurement.

Comme a écrit Marx dans le 18 brumaire, on ne peut pas créer les condition historiques, par contre on peut marquer l’histoire.

Mark Schuller, anthropologue militant, est professeur invité à la Faculté d’Ethnologie à l’Université d’Etat d’Haiti, ainsi que Professeur Agrégé en Anthropologie et travaille au Centre d’Etude Non-gouvernemental à Northern Illinois University. Il travaille en Haïti depuis 2001 ; il a publié une série de textes en créole haitien. Les Editions de l’Université d’Etat ont publié la traduction de deux de ses livres : Deplasman Tektonik et Cette Charité Qui Tue. Il a édité le dernier numéro de Chantiers sur les ONGs. Il est président de l’Association des Études Haïtiens.

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[1] 20 pour cent des haitiens dans le Floride ont vote pour Trump, par contre 8% des Africaines-Americanes: https://news.ufl.edu/articles/2018/06/why-florida-democrats-cant-count-on-the-so-called-black-vote.html

¿Dónde está el Informe de Petrocaribe?

12 de enero 2020

Mark Schuller

Con la traducción de Henry Lavasseur, y colaboración de Nixon Boumba, James Darbouze, Mamyrah Dougé Prosper y Sabine Lamour

El 12 de enero marqué diez años después del terremoto terrible en Haití. Muchas veces, Haití aparece en los medios de prensa del exterior cuando ocurre un escándalo, una catástrofe o hechos violentos. En octubre, hubo muchos artículos en las medias internacionales que hablan sobre la movilización cada día que comenzó con una huelga general – en el criollo haitiano, peyi lòk – se reunió con la represión del gobierno, incluida la muerte de tres periodistas. La movilización ha estado en curso desde julio de 2018, lo que lleva a un informe parcial que menciona a los funcionarios gubernamentales de alto rango sobre la mala gestión de los fondos de PetroCaribe publicado el 30 mayo 2019.

La mayoría de los mismos artículos estuvo fuera de contexto, y con imágenes resaltando fundamentalmente las gomas que se quemaban en las barricadas. Y esto representa una situación de violencia para la prensa capitalista en los países extranjeros. En este sentido, Haití, la primera nación “negra,” siempre sufrió las consecuencias del sistema ideológico racista de la supremacía blanca. Otras movilizaciones tales como las de los chalecos amarillos en Francia pueden usar esta misma táctica, pero en los medios de prensa, en el imaginario de los dirigentes de los grandes países imperialistas, los militantes blancos se “movilizan” mientras que los Afro-descendientes “emplean la violencia.”

De repente, luego de algunos informes, Haití, una vez más, desaparece de la prensa internacional como si no existiera más. Sin embargo, las imágenes del fantasma de la “violencia” siguen en la cabeza de los que leen los artículos y que miran dichas imágenes en los países extranjeros.

Pero Haití sigue estando. Los haitianos y las haitianas siguen luchando en contra de un sistema de explotación, de un Estado servil que es un instrumento al servicio de los intereses de las clases dominantes y de los países imperialistas, éstos que integran lo que se llama allá el “Core Group.”[1]

Ahora, no sólo los manifestantes salen a la calle para protestar, sino también reflexionan, analizan, denuncian, proponen soluciones, sus sueños de otro Haití, de establecer otro tipo de relaciones con el sistema mundial. Por ello, vamos a escribir una serie de artículos para ampliar las voces de los haitianos y las haitianas que analizan la coyuntura y que tratan de emprender otro camino para construir otro Haití. En esos artículos, también vamos a diversificar las voces, los análisis, la realidad y las reivindicaciones de los ciudadanos mucho más que antes.

Este pequeño texto de introducción empezará por precisar desde dónde salió la movilización Petrocaribe. Sería importante volver al texto del Colectivo Anakawona para mayores detalles.

Uno de los aspectos de la movilización Petro Challenge que merece ser resaltado, es el hecho que representa a varias capas de la sociedad y moviliza a los jóvenes como así también a los compatriotas de la Diáspora. Las clases medias que viven en Delmas o en la Diáspora empiezan a involucrarse, a pesar de que se trata de una lucha de dimensión popular. Ciertamente, existen contradicciones sobre todo cuando vemos que muchos que se autoproclaman líderes del movimiento pertenecen a lo que se conoce como la “clase política”, y son al mismo tiempo jueces y acusadores. Inclusive, algunos de esos líderes también están implicados en el despilfarro de los fondos de Petrocaribe. Además, algunos de los grandes burgueses del país están tratando de aprovechar esta circunstancia.

El encuentro que se desarrolló el miércoles 19 de junio con algunos representantes de la Organización de los Estados Americanos (OEA), demostró claramente que los poderosos países de la región con los EE.UU. a la cabeza siguen sosteniendo hasta ahora al Presidente Jovenel Moise. Cabe recordar que Jovenel Moise había sido electo en una elección que había sido contestada en 2015-2016 debido a varios hechos de corrupción, con una participación de solamente 21% de la población.

Sin embargo, fueron esta misma OEA y este mismo Core Group que aceptaron rápidamente los resultados de una elección evidentemente mal organizada. Esto ocurrió luego de una segunda vuelta con una tasa de participación del orden de 21% donde, finalmente, proclamaron ganador a Jovenel Moise.

Jovenel Moise es el heredero del Presidente Michel Martelly, quien había llegado al poder en 2011 después de varias maniobras antidemocráticas de la entonces Secretaria de Estado de los EE.UU., Hillary Clinton, y cuando su marido el ex Presidente Bill Clinton era a la vez Enviado Especial de las Naciones Unidas, Presidente de la Fundación Clinton y Co-presidente de la CIRH.[2] Martelly – quien tenía un solo Diputado de su partido electo con él – pudo consolidar su poder gracias a la intervención de los Clinton. Creó un partido político denominado “Tèt Kale,” y dirigió el enorme flujo de dinero destinado a la reconstrucción de Haití y la ayuda humanitaria bajo el control de la CIRH en un primer momento y luego de la MINUSTAH.[3]

Es justamente este contexto que nos hace falta recordar, ya que sin el mismo, el escándalo de Petrocaribe bien puede convertirse en el caballo de batalla del Tío Sam, o del Tío Trump que había llamado “letrina” al país que había vencido al sistema esclavista. Teniendo en cuenta la manera utilizada por la mayoría de los medios de prensa capitalistas extranjeros para hablar de la “corrupción en Haití,” esto puede hacer creer a la gente que dicha corrupción es solamente un producto del Estado y del pueblo haitiano. Haití sería, entonces, incapaz de administrarse o dirigirse. Es este discurso racista que Haití enfrenta hace ya mucho tiempo, y que sirve de cobertura para justificar una “ocupación humanitaria” o la existencia de una “República de ONG”.

En segundo lugar, ante el escándalo popularizado a través de la pregunta ¿dónde está la mayor parte de los 4.2 mil millones de dólares del programa Petrocaribe?, cabe precisar que esos fondos desaparecieron en los bolsillos de los principales dirigentes del PHTK y sus amigos, y eso ocurrió bajo el control de los Clinton. Lo que habían hecho el Rey y la Reina de Haití, los Clinton, se había transformado en un factor a favor de la elección de Trump en la Florida.[4]

Para terminar, Washington trata de llevar a cabo un golpe de Estado en Venezuela en contra del Presidente Nicolás Maduro para reemplazarlo por Juan Guaidó, un “aliado” de los sectores más derechistas de los EE.UU. Fue el Presidente Hugo Chávez que había creado el programa Petrocaribe en el año 2005. Representó un proyecto de solidaridad entre pueblos, otra alternativa de desarrollo. Haití empezó a recibir esos fondos desde el año 2008, luego de haber sido golpeado por 4 huracanes. Desde siempre, Haití trató, por un lado, de balancear sus relaciones con los EE.UU. y el cartel llamado Core Group, y, por otro, con Venezuela.

El escándalo Petrocaribe demuestra claramente las debilidades del Estado neocolonial dirigido por el PHTK y la hipocresía política de los EE.UU. El discurso del Tío Sam sobre Venezuela donde apoya a la oposición mientras que en Haití -hasta ahora- sigue sosteniendo a Jovenel Moise. Los destinos de los dos países son interconectados. El embargo decretado desde 2017 donde no hay más flujo de dinero causó una suspensión de las subvenciones del precio de los combustibles previstas por el programa Petrocaribe. Las consecuencias en Haití del feroz embargo impuesto sobre Venezuela son el aumento del precio de los combustibles y la fuerte depreciación de la gourde (la moneda nacional de Haití). En julio de 2018 la cotización era de 65 gourdes por 1 dólar, ahora se necesitan más de 93 gourdes por 1 dólar.

Ante esa tentativa de golpe de Estado en Venezuela, Jovenel Moise tuvo que elegir su campo. Pero no fue sorpresa alguna para nadie cuando se constató que el dirigente de Agritans[5], quien había recibido mucho dinero de los EE.UU. decidió romper con la relación histórica que existía desde 1815 con Venezuela, durante un encuentro en la OEA en enero de 2019. El jueves 27 de junio inmediatamente después del encuentro de la OEA, el Presidente Jovenel Moise hizo al Core Group un último regalo al autorizar una nueva Misión de la ONU en Haití. La Misión anterior, MINUSTAH, estaba presente por 13 años, y creó desastres como colera y muchos casos de abusos sexuales.  

Pero durante todas esas maniobras, Jovenel Moise se olvidó del pueblo haitiano. Así, el 6 de julio del año pasado durante el partido de Brasil en la Copa Mundial de Fútbol, trató de aplicar la política del Fondo Monetario Internacional (FMI) decretando un fuerte aumento del precio de los combustibles. Inmediatamente se desató una rebelión popular en contra. El pueblo había bloqueado casi todas las calles del país. El país estuvo bloqueado durante 2 días, lo que sorprendió tanto a la burguesía como a los imperialistas.

El pueblo se había pronunciado. Así, mediante una campaña a través de la red social Twitter, en agosto de 2018, una pregunta se lanzada: ¿Dónde está el dinero de Petrocaribe? Kòt kòb PetwoKaribe a?

Desde entonces, para cada fecha simbólica, como por ejemplo el 17 de octubre (aniversario del asesinato de Dessalines, el fundador de la Patria); 18 de noviembre (fecha de la última batalla para la Independencia); 7 de febrero (fecha donde el pueblo había derrocado a la dictadura de los Duvalier), las movilizaciones se hacen más fuertes y combativas.

Sin movilización, la Corte de Cuentas y de Contencioso Administrativo no hubiese publicado su Informe sobre el despilfarro de los fondos Petrocaribe.

¿Dónde comenzó la movilización? Y ¿cuál es su contexto? Responderemos en otra oportunidad a esas preguntas…

Karl Marx escribió en el 18 Brumario: “Los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen a su libre arbitrio, bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino bajo aquellas circunstancias con que se encuentran directamente, que existen y les han sido legadas por el pasado”.

La mayoría de los artículos citaron en ese blog es escribieron de los haitian@s, que pueden se traducir automáticamente con los sitos como Google traducir

Mark Schuller escribe o edite ocho libros, que incluyen Humanitarian Aftershocks in Haiti y Tectonic Shifts: Haiti Since the Earthquake. Fui el co-realizador de la documentaria Poto Mitan: Haitian Women, Pillars of the Global Economy. Tambien, Schuller escribe cuarenta artículos académicos o capítulos sobre las ONG, la mundialización, y las catastróficas y la genero en Haití. Èl es presidente de la Asociación de los Estudios de Haití.

Leer más artículos en esta serie.


[1] Está formado por el Representante Especial de la OEA, el de la ONU, los Embajadores de Alemania, de Canadá, de los EE.UU., de España, de Francia y de la Unión Europea.

[2] Comisión Interina para la Reconstrucción de Haití.

[3] Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití.

[4] 20% de los haitianos en Florida votarán por Trump cuando solamente 8% de las votos de los AfroAmericanos los hacían https://news.ufl.edu/articles/2018/06/why-florida-democrats-cant-count-on-the-so-called-black-vote.html

[5] Empresa agrícola cuyo Presidente fue Jovenel Moise.

Where is the Reporting on PetroCaribe?

January 12, 2020

Mark Schuller

With collaboration from Nixon Boumba, James Darbouze, Mamyrah Dougé-Prosper and Sabine Lamour

January 12 marks ten years since Haiti’s deadly earthquake. Usually, Haiti appears in international news when there’s a scandal, a disaster, violence. There was a flurry of coverage in October when daily protests, begun with a nine-week general strike – in Haitian Creole, peyi lòk – met with government repression, including the death of three journalists. The mobilization has been ongoing since July 2018, leading to a partial report naming high-ranking government officials of mismanagement of PetroCaribe funds published at the end of May 2019.

Most articles are without context, many led by images of burning tires that, to foreign capitalist press, represents violence. The first independent Black nation, Haiti has always suffered under white supremacist and racist ideology. Other mobilizations such as Yellow Vests in France can engage the same tactic, but in the minds of imperialist countries’ media and leaders, white activists are “mobilizing” while Black ones “commit violence.”

Suddenly, after a few individual stories, Haiti disappeared again from the international press. It’s almost as if Haiti is no longer here. But the ghost of “violence” still haunts people who saw or heard the news.

But Haiti is here. And it will be here. And Haitian people are still pushing back against the State that serves the interests of dominant classes and imperialist countries, the “Core Group.”[1]

People are not only marching in the streets, they are also thinking, analyzing, denouncing, posing solutions, dreaming of another Haiti, another relationship with the world system. We write this series of articles to amplify the voices of people who are analyzing the current situation and are trying to find the path to another Haiti. In this series of articles, we try to diversify people’s voices, analyses, realities, and demands.

This short introductory text begins to situate where the PetroCaribe mobilization originated. Consult the article that the Kolektif Anakawona wrote for more details.

PetroChallengers represent several segments of society, including youth and Diaspora actors. Middle-class residents of Delmas, a suburb of Port-au-Prince, or the Diaspora became involved. However, the movement is a people’s struggle. The movement is not without its contradictions, with politicians positioning themselves as “leaders.” Some are named in the PetroCaribe scandal. Some of the wealthiest bourgeois in the country attempt to weaponize this momentum.

The meeting that concluded on June 19 with some Organization of American States (OAS) representatives highlighted that the dominant countries in the region, certainly the U.S., still support President Jovenel Moïse for the moment. Moïse was elected during a round of elections canceled because of corruption spanning 2015-17. OAS and Core Group rushed to accept the election results. In the second round, with a 21% voter turnout, Moïse was finally elected.

Moïse is the heir apparent to President Michel Martelly, who came to power in 2011 with the strong hand of Secretary of State Hillary Clinton, when her husband former U.S. President Bill Clinton was at the same time UN Special Envoy, President of the Clinton Foundation, and co-President of the Interim Haiti Reconstruction Commission (IHRC). Martelly, who was elected with a single Deputy (equivalent to U.S. Representative) from his party Parti Haitien Tèt Kale(Haitian Party of Baldheads, PHTK), consolidated his power thanks to the Clintons’ intervention. Martelly managed the large flows of money for Haiti reconstruction and humanitarian aid, under the control of the IHRC for a while and the UN mission, MINUSTAH.

This context is important to remember. Without this context, the PetroCaribe scandal plays into the hands of Trump, who called the country that did away with slavery a “shithole.” Most foreign capitalist media speak about “corruption in Haiti” as a product of the Haitian state and people on their own, wherein Haiti can’t manage or govern. It’s the same racist discourse Haiti has faced for a long time, which justified a “humanitarian occupation” or the “Republic of NGOs.”

Secondly, most of the $4.2 billion in PetroCaribe funds was done under the control of the Clintons, the “King and Queen of Haiti.” The Clintons’ disaster capitalism in Haiti played a role in Trump’s election in Florida.[2]

Finally, Washington is attempting a coup d’état in Venezuela to replace President Nicolas Maduro with Juan Guaidó, close to right-wing networks. President Hugo Chavez created PetroCaribe in 2005. It is a project of solidarity between peoples, another alternative for development. Haiti received PetroCaribe funds in 2008, after 4 hurricanes had stricken. Haiti had tried to maintain the delicate balance of friendly relations with the U.S. and its allies on the one hand, Venezuela and its allies on the other.

The PetroCaribe scandal underscores not only the contradictions of the neocolonial PHTK state but the hypocrisy of U.S. foreign policy. At the same time that the U.S. is calling to respect Haiti’s presidential elections it is pushing the reverse in Venezuela. The two countries’ destinies are intertwined. Since 2017, the U.S. imposed an embargo on Venezuela, freezing assets. Consequently, PetroCaribe’s gas subsidies had to stop. Two serious impacts of the embargo were the rise in gas prices and the collapse of the value of Haiti’s currency, the gourde: on January 11, 2018, it was less than 65 gourdes to the dollar, but today it is more than 93.

Faced with U.S. maneuvering in Venezuela, President Jovenel Moïse was forced to pick a side. No surprise, the former director of Agritrans, who received funding from the U.S., chose to cut Haiti’s historic ties with Venezuela[3] in the OAS meeting on January 2019. June 27, right after the last OAS meeting, President Moïse gave a final gift to the Core Group, authorizing a new UN mission. A previous mission, MINUSTAH, lasted over 13 years and was responsible for bringing cholera and a wave of unpunished sexual assaults.

But in this game, President Moïse forgot the Haitian people. On July 6 of last year, during the Brazil match in the World Cup, he applied the International Monetary Fund’s (IMF) policy to increase gas prices. The people barricaded the streets all over the country. Haiti was locked down for the following two days, which shocked and scared the bourgeoisie and imperialist powers.

But the people weren’t done speaking. In a campaign on Twitter, August 2018, a challenge was launched: “where is the money from PetroCaribe”? Kòt kòb PetwoKaribe a?

And every symbolic date, like October 17, the assassination of country founder Dessalines; November 18, the last battle in Haitian independence; February 7, when the people uprooted the Duvalier dictatorship, the mobilization got stronger.

Without this mobilization in the streets, the Superior Appeals Court wouldn’t have published these reports.

Where did the mobilization come from and in what context? We will get to this question shortly…

Like Marx wrote in the 18th Brumaire, people can make history but within historical conditions they cannot create.

Note: most links are to articles written in Haiti, which can be accessed via Google Translate, etc.

Mark Schuller wrote or co-edited eight books, including Humanitarian Aftershocks in Haiti and Tectonic Shifts: Haiti Since the Earthquake, and co-directed documentary Poto Mitan: Haitian Women, Pillars of the Global Economy. Schuller also published over forty scholarly articles or chapters on NGOs, globalization, disasters, and gender in Haiti. Recipient of the Margaret Mead Award, Schuller is active in social justice and solidarity efforts. He is president of the Haitian Studies Association.

Read other articles in the series!


[1] The Core Group is the Special Representative of the UN and OAS, and the ambassadors of Brazil, Canada, the European Union, France, Germany, Spain, and the US

[2] 20% of Haitians in Florida voted for Trump, compared to 8% of black voters who did https://news.ufl.edu/articles/2018/06/why-florida-democrats-cant-count-on-the-so-called-black-vote.html

[3] In 1815, Haitian leader Alexandre Pétion supported Venezuelan Simón Bolívar’s quest for independence.

Kòt Repòtaj PetwoKaribe a?

12 janvye 2020

Mark Schuller

Avèk kolaborasyon Nixon Boumba, James Darbouze, Mamyrah Dougé-Prosper ak Sabine Lamour

12 janvye make 10zan depi Goudougoudou. Anpil fwa, Ayiti parèt nan jounal oswa nan televizyon lòt bò lè gen yon eskandal, yon katastwòf, oswa vyolans. Nan moman peyi lòk yo nan mwa oktòb 2019, te gen youn asenal atik nan jounal etranje. Nan menm moman tou te gen manifestasyon ak gwo represyon Leta ki te lakòz 3 jounalis pèdi lavi yo. Se yon mobilizasyon manch lonn ki te koumanse depi 6-8 jiye 2018, e li se dife ki te fè Kou Dekont wè nesesite pou soti rapò 30 me 2019 sou dosye PetwoKaribe a.

Majorite atik yo parèt san kontèks, avèk imaj ki fiske sou kawoutchou k ap boule, sa ki reprezante vyolans pou laprès kapitalis nan peyi etranje. Premye nasyon endepandan nwa a, Ayiti toujou sibi anba sistèm ideyolojik rasis/sipremasi blan an. Lòt mobilizasyon tankou Jilè Jòn nan Lafrans kapab sèvi ak menm taktik, men nan ideyoloji medya ak dirijan gran peyi enperyalis yo, militan blan yo ap ‘mobilize’ tandiske nwa yo ap ‘fè vyolans.’

Brid sou kou, apre kèk ti grenn repòtaj, Ayiti disparèt ankò nan laprès entènasyonal. Se kòmsi Ayiti pa la ankò. Men imaj fantòm ‘vyolans’ yo pa sòti nan tèt moun ki ap li atik oswa k ap gade imaj yo nan peyi etranje.

Men Ayiti la. Epi li toujou la. Epi Ayisyèn ak Ayisyen ap toujou goumen kont sistèm peze souse ki mache kòt a kòt ak youn Leta restavèk ki vin tounen yon zouti pou sèvi enterè klas dominan yo ak peyi enperyalis yo, sa k rele “Core Group” la.[1]

Epitou, non sèlman Ayisyen ak Ayisyèn mete bòt oubyen tenis nan lari pou pote kole, men yo reflechi, yo analize, yo denonse, yo pwopoze solisyon, yo reve yon lòt Ayiti, yon lòt relasyon avèk sistèm mondyal la. N ap ekri yon seri atik sou koze a pou nou anplifye vwa Ayisyèn/Ayisyen k ap analize konjonkti a epi k ap eseye pran chemen pou yon lòt Ayiti. Nan seri atik k ap swiv n ap eseye divèsifye vwa, analiz, reyalite, ak revandikasyon sitwayen yo plis pase anvan.

Ti tèks entwodiksyon sa a ap koumanse kadre kote mobilizasyon PetwoKaribe a sòti. Al gade tèks Kolektif Anakawona te ekri a pou plis detay.

Youn nan aspè mobilizasyon PetwoChallenge la ki merite parèt se lefèt li reprezante plizye kouch nan sosyete a, epi li mobilize jèn ak konpatriyòt ki nan Dyaspora a. Klas mwayèn ki rete Delma oubyen nan Dyaspora koumanse mete men nan pat la ki pa souvan pale nan sa kap pase nan sosyete a, tandiske se yon lit ki gen dimansyon popilè. Se vre, gen yon seri kontradiksyon kote anpil moun ki prezante tèt yo kòm lidè mouvman an sòti nan sa yo rele ‘klas politik’ la, ki alafwa jij ak akizatè. Kèk nan lidè sa yo enplike nan yon seri dosye PetwoKaribe. Non yo site nan lòt dosye koripsyon ak foure men pran nan lajan Leta. Dapre enfòmasyon ki sòti nan rapò ta sanble non kèk gwo boujwa nan peyi a site.

Rankont ki te konkli mèkredi 19 jen avèk kèk reprezantan Òganizasyon Eta Ameriken (OEA) te montre aklè gwo peyi nan rejyon an, sitou Etazini, toujou ap kore Prezidan Jovenel Moïse nan moman sa a. Jovenel te eli nan yon eleksyon ki te anile poutèt gwo koripsyon nan lane 2015-17. Se menm OEA ak Core Group la ki te prese prese aksepte rezilta yo menmsi li te parèt aklè eleksyon an pat byen òganize. Nan yon dezyèm tou eleksyon an, avèk yon to patisipasyon ki te 21%, Jovenel te finalman reyisi.

Jovenel se eritye Prezidan Michel Joseph Martelly, ki te rive sou pouvwa a an 2011 anba kout kont mal tayè politik anti demokratik Sekretè Deta Etazini nan epòk sa a, Hillary Clinton, lè mari li, ansyen Prezidan Etazini Bill Clinton, te alafwa Anvwaye Espesyal Nasyonzini, Prezidan Fondasyon Clinton, ak ko-prezidan Komisyon Enterimè pou Rekonstriksyon Ayiti (CIRH). Martelly – ki te gen yon grenn Depite ki te eli ansanm avèk li – te konsolide pouvwa li gras ak entèvansyon Clinton yo. Li kreye yon pati politik “Tèt Kale” epi se li menm ki dirije gwo flou lajan pou rekonstriksyon Ayiti, èd imanitè, anba kontwòl CIRH ak MINUSTAH.

Se kontèks sa a ki enpòtan pou nou sonje. San kontèks sa a, eskandal PetwoKaribe a ta yon bon chwal batay pou Tonton Sam, oubyen Tonton Trump ki te rele peyi ki te koupe fache ak sistèm esklavaj yon “twou kaka.” Jan majorite medya kapitalis etranje pale sou “koripsyon” ann Ayiti, se yon fenomèn natif natal: diskou a ta vle fè konprann Ayiti pa kapab jere oubyen dirije. Se menm diskou rasis sa yo Ayiti ap fè fas kare depi lontan, epi ki sèvi kouvèti pou jistifye “okipasyon imanitè” oubyen “Repiblik ONG a.” Dezyèman, pifò nan lajan 4.2 milya dola PetwoKaribe a te disparèt te pandan etap kontwòl Clinton yo. Dosye Clinton sou Ayiti te jwe yon wòl nan eleksyon Trump an Florid.[2]

Pou fini, Wachintonn ap mennen yon koudeta nan Venezyela kote yon kòkòt rezo dwatis reyaksyonè Etazini, Juan Guaidó, ap chache ranplase Nicolás Maduro. Se Prezidan Hugo Chavez ki te kreye pwogram PetwoKaribe a nan lane 2005. Li reprezante yon pwojè solidarite ant pèp yo, yon lòt altènatif pou devlopman. Ayiti resevwa fon PetwoKaribe depi 2008, apre 4 siklòn ki te frape Ayiti. Ayiti te toujou ap eseye balanse relasyon zanmitay avèk katèl Etazini ak Core Group yon bò, ak katèl Venezyela yon lòt bò.

Eskandal PetwoKaribe a montre aklè ni feblès leta neyokolonyal PHTK a, ni ipokrizi politik entènasyonal Etazini an. Gade diskou ki fèt sou Venezyela, kote Tonton Sam ap sipòte opozisyon tandiske – pou moman sa a – li kontinye sèvi ak Nèg Bannann nan ann Ayiti. Reyalite Ayiti ak Venezyela deja makonnen. Depi 2017, Etazini mete yon anbago sou Venezyela. Se sa ki lakòz sibvansyon pri gaz nan pwojè PetwoKaribe a te sispann. Ann Ayiti, pri gaz la ki te monte ak valè goud ki te degringole vit: nan dat 11 jiyè 2018, li te pi piti pase 65 goud pou yon dola ameriken, men jounen jodi a, se plis pase 93 goud pou yon dola.

Devan mannèv Etazini anvè Venezyela yo, Jovenel te blije chwazi nan ki kan li ye. Sa pa t etone pèsonn moun lè yo konstate dirijan Agritrans la, ki resevwa yon pakèt lajan nan men USAID,[3] te chwazi kase relasyon istorik Ayiti te gen avèk Venezyela depi 1815, nan rankont OEA a an janvye 2019. Jedi 27 jen, apre dènye rankont OEA a, Prezidan Jovenel te bay Core Group la yon dènye kado : lè li otorize yon nouvo misyon Nasyonzini ann Ayiti.

Men nan jwèt sa a, Jovenel bliye pèp Ayisyen an. 6 jiyè lane pase, pandan match Brezil nan Mondyal foutbòl la, li aplike politik Fon Monetè Entènasyonal (FMI) la pou ogmante pri gaz la. Pèp la te bloke lari toupatou nan peyi a. Peyi a te byen “lòk”[4] pou 2 jou sa yo, ki te choke ni boujwazi a ni enperyalis yo anba kou siprann sa a.

Pèp la pa fin pale. Nan yon kanpay sou Twitter, nan out 2018, kesyon “kòt kòb PetwoKaribe a?” te lanse.

Epi pou chak dat senbolik, tankou 17 Oktòb ki te asasinay fondatè peyi a, Janjak Desalin; 18 Novanm, dènye batay pou endepandans la; 7 fevriye lè pèp la te dechouke diktati Duvalier a; mobilizasyon an vin pi fò.

San mobilizasyon, Lakou Dekont yo pa t ap mete rapò yo deyò.

Kote mobilizasyon an sòti epi nan ki kontèks? Nap brase kesyon sa a pi devan…

Kòm Marx te ekri nan 18 Brumaire, moun ka make listwa, men anndan kondisyon istorik yo pa kreye.

Mark Schuller, antwopològ, se yon pwofesè envite nan Fakilte Etnoloji Inivèsite Leta Ayiti; Li se yon pwofesè agreye nan Antwopoloji epi Sant Etid Non-pwofi ak ONG nan Northern Illinois University. L ap travay Ayiti depi 2001; li pibliye yon seri tèks an kreyòl. Éditions UEH pibliye tradiksyon 2 liv li; Deplasman Tektonik ak Cette Charité Qui TueLi te editè denye nimewo Chantiers sou ONG. Li se prezidan Asosyasyon Etid Ayisyen an.

Gade lòt atik nan seri a


[1] Core Group la se Reprezantan Espesyal Nasyonzini, OEA, ak anbasadè Alimay, Brezil, Espay, Etazini, Kanada, Lafrans, Linyon Ewopeyen.

[2] 20 pousan Ayisyen an Florid te vote pou Trump, tandiske 8% moun nwa te fè l. https://news.ufl.edu/articles/2018/06/why-florida-democrats-cant-count-on-the-so-called-black-vote.html

[3] $27 milyon total envestisman, ak $6 milyon lajan Leta Ayisyen https://www.huffpost.com/entry/behind-the-banana-man-hai_b_9040712

[4] Jwèt ak mo angle “lock” (fèmen anba kadna), peyi a te fèmen akòz barikad anpil kote toupatou peyi a.